El último de los tensiómetros Spengler, MOBI, es fruto de muchos años de reflexión, de trabajo, de prototipos y de pruebas. Desde 1907, prestamos una especial atención a los detalles, esto es lo que caracteriza a un tensiómetro Spengler.
El tensiómetro Mobi está equipado con nuestra última generación de válvulas de descompresión. Esta nueva válvula está diseñada especialmente por nuestros equipos para aportar aún más precisión y más comodidad de uso a nuestro tensiómetro Mobi. Su ergonomía ofrece una gran precisión de desinflado gracias a una rotación fluida y suave.
Nuestros equipos han mejorado la rotación de la válvula, reduciendo la fricción durante su rotación, y con ello, los riesgos de sacudidas responsables de descompresiones abusivas y pérdida de precisión. La atención prestada al mecanizado de la rosca se ha incrementado para ofrecer una gran facilidad de uso y un desinflado perfectamente lineal.
48 es el número de prototipos que se han diseñado y probado antes de encontrar la válvula que consideramos perfecta. Patrick Jouffret diseñador y fundador del taller 360.
La nueva geometría de nuestra válvula no fue una tarea fácil. Nuestro objetivo era ambicioso, diseñar una válvula de descompresión que no escatimara en comodidad de uso, precisión de desinflado, y tampoco en elegancia, y sí, es un Spengler.
El proyecto Mobi nació de la idea de reinventar el tensiómetro que inventamos en 1907, partir de una hoja en blanco y responder a las expectativas de los profesionales sanitarios actuales. En la larga historia de Spengler, jamás habíamos prestado tanta atención a los detalles. La válvula de descompresión es el ejemplo que lo demuestra a la perfección, un auténtico proyecto dentro del proyecto, como en muchos otros: Los brazaletes, el tubo, la pera o incluso el mecanismo, por citar solo algunos. Nicolas Lachaux, responsable de innovación